Buenas prácticas forestales

Que se presenten espacios para discutir con sinceridad y amplitud las prácticas forestales que tienen un impacto positivo e innovador y, a su vez, son efectivas, sostenibles y replicables, no es un asunto de todos los días. Que sus participantes compartan sus más importantes conocimientos prácticos y hallazgos, aún en presencia de su potencial competencia, habla bien del espíritu de un grupo de trabajo que se congregó el pasado mes de diciembre en la ciudad de Pucallpa, para hablar de buenas prácticas forestales, aquellas que brindan soluciones a problemas comunes y son replicables.

El taller, en el que participaron las autoridades forestales, concesionarios, regentes forestales, universidades, centros de investigación y otros actores importantes del sector, fue dividido en cuatro paneles con lugar a preguntas del público asistente, un espacio rico para compartir y debatir acerca de la investigación, la silvicultura, el aprovechamiento forestal, y el monitoreo y seguimiento, todas etapas en las que se pueden identificar, recoger y sistematizar estas prácticas positivas, con el objetivo de contar en un futuro cercano con una guía de buenas prácticas forestales que estandarice y de a conocer estas acciones a otros profesionales del sector.

Durante el panel sobre investigación participó Aparicio Limache, de la Universidad Nacional de Ucayali (UNU), con una presentación sobre el impacto del Modelo Perú en la investigación científica del sector forestal. También formó parte del panel, David Lluncor, de CITE Forestal Pucallpa, quien presentó algunas líneas de trabajo en investigación, de instituciones aliadas al CITE, como el INIA, la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía (UNIA), la UNU, entre otros. A su turno, Ymber Flores presentó las investigaciones realizadas en el INIA y explicó las limitantes para la investigación en el sector forestal, como la poca sistematización, los vacíos de investigación en botánica, taxonomía, géneros y especies forestales, entre otros. Como regente forestal, Celso Pezo se centró en una propuesta para árboles semilleros, tomados desde su experiencia en la realización de planes de manejo.

El panel sobre silvicultura estuvo conformado por Octavio Galván, de la UNIA, que realizó una reflexión sobre el estado de la investigación en silvicultura en bosques tropicales del país. Dante Velásquez de la CONAFOR, presentó el caso de buenas prácticas de manejo forestal en la concesión de la empresa GGF, en la cuenca del Río Napo. Jorge Mori, de la UNU, centró su intervención en los aspectos silviculturales a considerar, señalando aquellos que no están siendo priorizados por la investigación. Guiomar Seijas, regente forestal, presentó los criterios e indicadores básicos para el monitoreo y seguimiento de las actividades forestales.

Sobre el panel de aprovechamiento, Jhoana Canales, regente forestal de Ucayali, presentó algunas buenas prácticas de manejo forestal para optimizar el aprovechamiento. Víctor Solano, consultor forestal, centró su participación en la tala dirigida, como buena práctica de manejo que potencia el aprovechamiento, al utilizar la caída natural, proteger el fuste y evitar el daño a árboles circundantes. Solano explicó los criterios mínimos para no perjudicar las zonas de protección y detalló los beneficios de esta práctica. Por su parte, Augusto Madueños, regente de la selva central, mencionó experiencias ligadas al uso de parcelas lineales imaginarias que permiten el ahorro en la señalización, donde se utilizan aplicativos gratuitos, entre otras experiencias. A su turno, Celso Pezo compartió su experiencia en la concesión que regenta en la selva baja de Loreto. Su presentación se centró en acciones de tala dirigida, trozado, un sistema mecanizado de arrastre hasta el patio de acopio y un sistema de flotación a granel para el transporte menor.

En el panel de monitoreo participó Oscar Gil, consultor forestal que compartió su experiencia en el monitoreo y seguimiento, donde se compara la información de campo en todos los niveles de aprovechamiento con el uso del software Databosque; también compartió los logros de una práctica que le ha permitido reducir los taladores ilegales en su zona en un 90%. Por su parte, Rudy Tapia de SERFOR, centró su intervención en las inspecciones oculares CITES y no CITES maderables. Tapia señaló la importancia del trabajo de Convergencia, que en el 2017 permitió contar con un protocolo oficial para las evaluaciones en campo, con factores de forma actualizados. A su turno, Luis Cerón de Osinfor se centró en los software de recolección de datos del bosque que optimizan los tiempos de supervisión y aseguran la recolección de datos.

Sin duda la parte más enriquecedora de este espacio fue la intervención del público asistente, que generó preguntas y reflexiones en torno a los temas que presentaron los panelistas. Muy pronto tendremos novedades de este grupo de trabajo, cuando esté concluida -y a disposición de todos los interesados- la guía de buenas prácticas forestales.

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