Cuando el gobierno peruano anunció el plan para la reactivación paulatina de su economía en cuatro fases, en el marco de la pandemia, fue una relativa sorpresa la inclusión -en la primera fase-del sector forestal, paralizado al igual que el resto de actividades económicas y con una grave afectación en las regiones amazónicas que tienen a este sector como uno de los más importantes.

Si bien el tema forestal ha ido, poco a poco, cobrando mayor importancia por su potencial para el desarrollo del país, su priorización en este difícil escenario fue, en parte posible, debido al trabajo articulado entre las gerencias forestales de las regiones de Ucayali, Loreto y Madre de Dios, quienes constituyeron un bloque amazónico forestal, a fin de lograr un mayor poder de negociación dentro de sus regiones y con el gobierno nacional. Dicho bloque elaboró una agenda común con 25 iniciativas para la reactivación económica del sector en el marco del COVID-19, la cual fue presentada a sus gobiernos regionales, al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y al Ministerio de Agricultura (MINAGRI), antes del anuncio del plan de reactivación económica del gobierno.

Asimismo, estas autoridades regionales prepararon los protocolos de seguridad y salud en el trabajo en el marco del COVID-19 para sus regiones, de acuerdo a los lineamientos establecidos por el gobierno nacional; así como diversas iniciativas para guiar un regreso seguro a la actividad y sin riesgo para los trabajadores, como la virtualización de los procesos de atención al ciudadano para reducir el contacto social. Todo este proceso fue acompañado técnicamente por USAID y el Servicio Forestal de EEUU, a través de su programa FOREST.

La agenda presentada por el bloque amazónico, incluyó iniciativas legislativas (de carácter regional y nacional), acciones para la aprobación y ejecución de los planes de manejo del bosque, reactivación de las actividades de transporte, transformación y comercialización de la cadena productiva forestal; incentivos y acciones de promoción, como el fomento de compras públicas, propuestas de financiamiento para el sector privado, entre otras. Todo ello fue trabajado durante abril y mayo, en diversas reuniones virtuales, donde FOREST acompañó el trabajo conjunto entre estas autoridades forestales y las del nivel nacional.

Por otro lado, también durante la cuarentena, las tres regiones avanzaron en iniciativas particulares que compartieron con sus pares para que sean replicadas. La Gerencia Regional Forestal y de Fauna Silvestre de Ucayali, por ejemplo, desarrolló un Sistema de Gestión Documentaria Forestal y de Fauna Silvestre para la atención virtual, que hoy ya le permite presentar y notificar vía web diversos documentos de gestión, sin poner en peligro a los usuarios del bosque, quienes son atendidos sin salir de sus oficinas. Loreto por su parte dio luz verde para el diseño y aprobación de tres proyectos de inversión pública a favor del sector forestal, por más de US$ 4 millones de dólares, con la finalidad de apoyar a los empresarios del sector y fomentar la rápida reactivación. En el caso de Madre de Dios, las autoridades priorizaron la producción de castaña dentro de su plan de reactivación.

Es importante resaltar que las gerencias forestales que conforman este bloque amazónico, necesitan recursos para financiar la implementación de sus planes de reactivación. En ese sentido, los tres gobiernos regionales ya expusieron ante el MINAGRI y el MEF la urgente necesidad de que aprueben su pedido de presupuesto adicional para este año. El programa FOREST los apoyó con la elaboración de los expedientes y también con ajustarlos a esta nueva coyuntura.

Durante el periodo previo al reinicio de actividades del sector, las autoridades forestales regionales fueron conscientes de la necesidad de los titulares de títulos habilitantes por entrar a campo y reanudar la actividad; sin embargo, se ha trabajado para que el retorno minimice los riesgos en la salud de las personas. El programa FOREST de USAID y el Servicio Forestal de EE. UU. continuará acompañando técnicamente a las gerencias forestales en sus diversas iniciativas normativas, de gobierno digital, de gestión pública y de capacitación, para el retorno seguro del sector forestal y de fauna silvestre a la actividad.